GIN-POST

No. Ni yo me he vuelto loca ni tú te has equivocado de blog.

Lo que ocurre es que hoy, en lugar de hablarte de jabones o de remedios caseros , he pensado que  estaría bien que tú y yo nos sentáramos tranquilamente a tomar una copa, una copa virtual. Así, además de aliviar un poco los calores de este sofocante verano, puedo aprovechar para contarte un poco más sobre mí y el por qué   llevo tanto tiempo sin publicar una entrada en Alma Rústika.

¿ Estás a gusto? ¿ Empezamos?

Lo primero que tengo que  contarte es que esta idea del Gin Post no es mía, sino que la he tomado prestada de María Luisa, de Hello-Marilou, una inquieta bloguera a la que me une la afición por los jabones y la cosmética DIY.

María Luisa es una de esas  mujeres «todo terreno» :  decoradora de interiores, madre, redactora en una revista , jabonera, fotógrafa aficionada… en resumen, una auténtica “sonambulista” que consigue embarcarse en mil y un proyectos  sin que se le note el esfuerzo.

Yo también tengo que hacer muchos  «sonambulismos» para llegar a todo. De hecho, si vivieras enfrente de mí, verías que la  luz de  mi casa permanece encendida hasta muy tarde. Incluso es posible que, a estas alturas,  ya te hubieras quejado a la comunidad de vecinos  por mi fea costumbre de utilizar la batidora a altas horas de la madrugada. Pero a mí se me nota. El esfuerzo, digo. Y es que la edad no perdona.

Pero, bueno, te decía que  la noche es mi remedio para  alargar los días hasta poder encontrar un espacio y un tiempo para mí; tiempo para leer, estudiar, hacer jabones o mantener vivo este  blog. Pero como, la mayoría de las veces, esto no es suficiente, no me queda más remedio que priorizar, lo que significa tener que posponer algunas -muchas, demasiadas- cosas.

¿Tienes hijos? Yo tengo 4  o, mejor dicho, 4-1+1. (Otro día, frente a otra copa, quizás me anime a desvelarte este algoritmo).  Y un trabajo de 9 a 18 horas.  Así que estoy segura de que no es necesario que me extienda más, que sabes  perfectamente de lo que te estoy hablando.

Compaginar la vida laboral con la vida familiar sin renunciar – del todo-  a la vida «propia» , la de uno,  es un arte tan difícil y tan poco reconocido que, de vez en cuando o aunque fuera una vez en la vida, se agradecería una mención de honor, aunque fuera en la gaceta del barrio.

Pero no han sido  mis hijos, ni mi trabajo, los responsables de  que mi post  sobre los champús sólidos lleve tres meses durmiendo el «sueño de los justos» en el cajón virtual  de las cosas pendientes. El motivo principal es mucho más prosaico: por fin me decidí a hacer reformas en casa, que ya tocaba.

¡ Ay! Si llego yo a imaginar, tan solo por un segundo, que lacar unas puertas, barnizar un parquet y renovar la pintura de techos y paredes  iba a suponer un mes de vivir en el caos más absoluto…se hubieran quedado como estaban. Te lo aseguro.  Que, al fin y al cabo, lo «vintage» está de moda.

En fin, que no voy a ahondar en las tribulaciones de mi reforma para no aburrirte pero basta que te imagines un campamento de refugiados para comprender  por qué, en ese estado, resultaba difícil sentarse a escribir sobre  champús sólidos o sobre cualquier otra cosa.

La cosmética natural también tiene su buena parte de culpa. Como sabes, este blog va de jabones pero jabones, lo que se dice jabones, últimamente hago pocos. Los responsables: mi familia y amigos que me piden que les haga tal o cual crema. Y, aunque he de reconocer que me apasiona hacerlas  y que es muy gratificante comprobar lo bien que les funcionan , no puedo negar que  esta nueva actividad me supone un plus de esfuerzo y de tiempo .

Tiempo para investigar sobre las propiedades de cada ingrediente, tiempo para pensar en la fórmula idónea, tiempo para  salir al campo a recoger flores y plantas, tiempo para transformarlas  en maravillosos oleatos  o extractos.

IMG_20150705_114653

Las Bellis que recogí en primavera ya están listas . ¿ Sabías que con ellas pueden hacerse estupendas cremas reafirmantes?

Tiempo, tiempo, tiempo. ¿ Te había dicho ya que lo que me falta es tiempo?

Pero bueno, aún con todo, en estos últimos meses  también he conseguido sacar  tiempo para asistir a varios cursos y talleres de formación ( ¿a ti también te ocurre que cuanto más cosas sabes más consciente eres de lo mucho que te queda por aprender?) . Pero esta vez  el mérito no es mío , sino del compañero de vida que me ha tocado en suerte,  que me sigue en todas mis «aventuras» y se ocupa de que mis fines de semana de ausencia no se noten demasiado. ¿ La próxima? Descubrir «un mar de lavandas» en la Alcarria.

Bueno, me parece que ya te estoy entreteniendo demasiado y seguro que a ti tampoco te sobra el tiempo. Pero no quiero que nos despidamos sin darte las gracias. No imaginas  lo bien que me ha sentado este gin-tonic. Hacía tiempo que no me sentaba a charlar tranquilamente sobre mis cosas.

¿Qué te parece si al próximo invitas tú y aprovechas para contarme algo más sobre ti? Mientras tanto, yo iré poniendo  un poco de orden en  el cajón virtual de las cosas pendientes. Lo prometo.

Un abrazo

Assumpta

Esta entrada fue publicada en GIN-POST. Guarda el enlace permanente.

5 respuestas a GIN-POST

  1. Hola Assumpta!
    Como me ha gustado tu Gin-post, tu si que eres todo terreno, sonambulista y malabarista…4 hijos??? si yo con uno voy que no puedo!!!
    Yo he vivido muchas reformas como decoradora y claro, llevan su tiempo, hay que armarse de paciencia, pero luego todo pasa y seguro que ahora la casa te quedó preciosa.
    No dejes de hacer tus post (que me encantan y son muy interesantes), tus cremas y tus jabones!!!
    Espero verte de nuevo por aquí pronto.
    Un beso fuerte 😉

    Me gusta

  2. Fer dijo:

    Querida bloguera,
    este Gin-Tonic me ha sabido realmente delicioso, a pesar de haberlo tomado a las diez de la mañana…:)
    Conozco bien la situación que describes y más que una mujer, yo te describiría como una auténtica malabarista, que nada tiene que envidiar a ese artista que todos tenemos en el recuerdo, cuyo número artístico consistía en mantener en movimiento un montón de platillos en lo alto de una varilla cada uno, corriendo de uno a otro para moverlo y conseguir que el platillo siga girando sin caer al suelo…
    Eso es lo que haces cada día y es un placer ser testigo de tus ansias por aprender, idear, inventar…si existiese un prisma para humanos, capaz de descomponer a una persona como lo hace un prisma normal con la luz, al colocarlo delante de ti, arrojaría un montón de mujeres de las que estás constituida…haces magia…no haces potingues, cremas, oleatos (esta palabra me la aprendí bien), jabones, gominas, «cacaos»…insisto, haces magia.
    Por favor, continua haciéndonos felices con tus preparados y por su puesto con las entradas de tu blog.

    Lo dicho, el Gin:Tonic riquísimo, la siguiente ronda es mía…:)

    Un abrazo

    Me gusta

¿Te apetece comentar algo?